jueves, 25 de abril de 2013

Colu Ohlala - Marzo 2013 La vida es movimiento (editada)




La vida es movimiento

Paula nos inspira a disfrutar del cuerpo.

Ya no se como decírtelo: ¡el movimiento es vida, basta de sedentarismo! Y no estamos hablando sólo de estética y de vernos divinas, sino también de vitalidad, salud y sobre todo de habitar nuestro cuerpo. ¿Qué quiero decir con esto? Habitarlo por completo, con todos los sentidos encendidos, porque para eso lo tenemos… para disfrutar de la vida.
Desde pequeños, por lo general, nuestra vida no incluye demasiado movimiento. “Quedate quieto”, “no saltes”, “no corras”, “no toques”, suelen decirnos y crecemos con una percepción parcial de nuestro cuerpo.
¿Cómo obtenemos información de lo que nos rodea y de nosotros mismos? Basándonos principalmente en el testimonio de los ojos, en las sensaciones de dolor y en el tacto que nos es permitido. Lo que sucede es que haber censurado alguna de nuestras sensaciones, nos da la impresión de no existir suficiente o completamente. Así, cuanto mas extraño nos es nuestro cuerpo, mas extraños permanecemos a la vida. Es decir, nos falta confianza y hay un sinfín de cosas a las que no nos atrevemos. Nos creemos incapaces y seguramente estamos en lo cierto.
Esto forma a lo largo de nuestra vida un círculo vicioso: en lugar de profundizar en el conocimiento de nuestro cuerpo e intentar percibirlo desde el interior, añadimos elementos a su superficie. Por ejemplo, con la ropa, en lugar de trabajar el cuerpo para desarrollar su elegancia natural, buscamos que los diseñadores nos den una elegancia de confección. ¿Pero que pasa cuando tenemos que estar en movimiento bailando en una fiesta o practicando algún deporte?, ¿cuando nos sacamos la ropa? Incluso, hay quienes buscan un cirujano que les confeccione un cuerpo.
En cambio, con un poquito de movimiento –del bueno– diario podemos confeccionarnos un cuerpo más bello y grácil y, sobre todo, conectar con nuestro interior y lograr amarnos.
Podemos revelarnos a lo que propone la sociedad y despacito –muy despacito– también esta cambiará… ¡ya está cambiando! Por eso, van teniendo mas éxito las disciplinas que toman el cuerpo para llenarlo de vitalidad y linda vibra, además de modelarlo. Como así también se pone de moda la ropa linda, pero a la vez cómoda y de texturas agradables.
Si no aprendemos otra relación con nuestro cuerpo, continuaremos encontrándonos siempre a disgusto dentro de nuestra piel.
Fijate que nos quejamos de sostener con los demás relaciones superficiales, pero, en realidad, no los percibimos mejor de los que nos percibimos a nosotros mismos.
Las percepciones corporales sólo pueden desarrollarse mediante el movimiento, pero este movimiento (para que aparezcan las verdaderas revelaciones) necesita que tomemos conciencia de cómo lo realizamos, desde dónde, que imágenes acuden a nuestra mente y, finalmente, qué sensaciones.
Tu cuerpo no es solamente un conjunto de huesos y músculos con el que te movés, es tu templo, es sagrado y bello. Entonces, cuidalo, ponelo en marcha.

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