lunes, 19 de diciembre de 2016

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Cómo tener un cuerpo bello

Nuestra coach corporal asegura que la belleza es un juego y nos propone crear un universo estético a partir de expresarnos con colores, texturas, sombras y movimientos. ¿Te animás a probar?
Por Paula Pantano | Para Revista OHLALÁ!

 
¿Qué es la belleza? Me gusta pensarla como un juego: de luces, sombras y movimiento..  Foto: Latinstock
En el OHLALÁ! Day, surgió una idea que me quedó dando vueltas en la cabeza:juntas, estamos gestando otra estética de belleza. Pero ¿qué es la belleza?Es difícil definirla, así que me gusta pensarla como un juego: de luces, sombras y movimiento. Ese mismo juego que arma la naturaleza, el mar con sus olas y sus animales, el atardecer y las nubes mezcladas al contraste con la tierra, la definición de los pétalos de una flor a partir de otros pétalos y hojas.
Dentro del paradigma imperante a veces se justifican ciertos parámetros de belleza, como si las mujeres fuéramos vestidos en serie a los que hay que irles poniendo y sacando, según si nos sobra o falta algo. Pero la naturaleza no sigue este patrón, sino otro que se llama sucesión de Fibonacci, un concepto matemático dado por una sucesión infinita de números, en la que cada número es el resultado de la suma de los dos anteriores. Pero lo que interesa no es su aplicación en las ciencias exactas, sino cómo se ve esta sucesión en la naturaleza: si miramos, por ejemplo, las rosas, aunque todas son similares, ninguna es igual a otra, cada pétalo incluso es distinto del de al lado. Ahí reside la belleza.

SOMOS CREADORAS

Con colores, texturas, sombras y movimientos o incluso con la ropa que usamos podemos crear un universo entero. Estoy convencida de que todas conocemos secretos de belleza real, pero algunas no confían en su gusto, en sus propias elecciones, dudan, se ponen inseguras, y ahí, lamentablemente, termina el juego.
Cuando logramos conectarnos con cada forma bella de la naturaleza y observarla como si viéramos un espectáculo en el teatro, descubrimos muchas cosas, aparecen y se develan varios secretos, que luego podemos aplicar a nuestra propia mirada.

HABITÁ TU CUERPO

Habitar nuestro cuerpo es sentirlo, percibiendo sus tensiones, sus blanduras, su comodidad y su incomodidad. Abriéndonos a estas sensaciones y recibiendo los mensajes que encierran.
Cuando nos sentimos cómodas en nuestro cuerpo, cuando usamos géneros nobles que acarician nuestra piel, nos llenamos de aromas que nos traen lindas sensaciones,cuidamos nuestra piel y la sentimos suave. Inmediatamente nos creemos esencialmente lindas; eso se ve y se emana como un poder gigante y especial. Y lo mejor: irradiamos esas sensaciones hacia los demás.

ACÁ VAN ALGUNAS IDEAS PARA PONER EN PRÁCTICA:

  • Hacé un stop en la vorágine diaria, un descanso programado para cortar con la inercia de las actividades que te agobian.
  • Acostumbrate a percibir a cada rato el estado de tu cuerpo interna y externamente.
  • Nutrí y mimá tu cuerpo con lo que necesita, desde alimentos, sol, ejercicio, hasta masajes, un baño con esencias o una caminata bajo la luna en un lugar que te guste.
  • Potenciate desde los sentidos
  • Vista: exponete a cosas bellas. Visitá museos, lugares nuevos, o recorré los ya conocidos desde otro punto de vista (¿nunca levantaste la mirada cuando andabas en un colectivo, por ejemplo?).
  • Tacto: vestite con texturas nuevas, con telas suaves y cómodas. Hacé un ritual pasándote cremas que modifiquen la tersura de tu piel. Y acariciate, que no siempre necesita de los otros.
  • Olfato: explorá nuevos perfumes que te hagan sentir plena, relajada o simplemente bien.
  • Gusto: probá comidas sanas que mimen y nutran tu cuerpo por dentro y lo embellezcan por fuera.
  • Oído: escuchá música que te inspire cantar y bailar, creando magia en el movimiento. .

Motivate con la llegada del calor y hacé una rutina detox


La llegada del calor nos da la motivación perfecta para eliminar habitos que no estan buenos  para nuestro cuerpo. No pongamos como excusas la falta de tiempo, el trabajo y las obligaciones que nos tapan, porque podemos implementar estas ideas en cualquier momento de nuestro día a día. Así que respirá hondo, cambiá el chip y... ¡desintoxicate!
 
Las naranjas son frutas ideales para desintoxicar el organismo.  Foto: Latinstock

ARRANCÁ AL LEVANTARTE

Lo ideal es empezar por el desayuno: la mañana es el momento mas importante para el cuerpo, ya que es cuando se eliminan las toxinas y todo lo que no nos sirve. A la hora de planificar tu comida al inicio del día, intentá no intoxicar más el cuerpo, sino depurarlo. Para eso, rompé el ayuno con cítricos, ya que nos ayudan a eliminar las toxinas de forma natural. Además, la vitamina C es uno de los mejores antioxidantes naturales. Una opción detox con mucho ácido fólico y hierro es el jugo de naranjas con un puñado de hojas verdes, por ejemplo, espinaca (¡no se siente el gusto de la espinaca, lo prometo!).

¿CÓMO HACERLO?

Te propongo un plan por etapas; cuando logres instaurar el primer hábito, recién entonces proponete conquistar el segundo y así sucesivamente. Cada paso que avances incluye los anteriores. ¡A ponerse en marcha!
  • Tomá un vaso de agua con limón media hora antes de desayunar.
  • Además, comé cuantas naranjas, mandarinas o pomelos quieras. De esta forma, te vas a sentir más satisfecha y no te van a dar ganas de snackear enseguida.
  • Si sumado a todo lo anterior lográs comer frutas durante toda la mañana, aunque luego necesites tu infusión o desayuno habitual, ya tu cuerpo habrá logrado barrer más toxinas.
  • Si conseguís consumir solamente cítricos, frutas o jugos naturales hasta el mediodía, habrás alcanzado el máximo logro en estos cambios matutinos.

¿CÓMO MEZCLAR LOS ALIMENTOS?

El higienismo es un estilo de vida  basado en las necesidades del cuerpo que propone desintoxicarte eliminando alimentos procesados, harinas blancas, sal y azúcar (y también tabaco y alcohol). Algunas recomendaciones básicas:
  • La fruta nunca se come de postre, sino con el estómago vacío: en el desayuno, 30 minutos antes de las comidas o 3 horas después.
  • No mezclar proteínas con féculas o almidones (pan, papas, arroz, pasta italiana, etc.).
  • No mezclar las legumbres (garbanzos, lentejas) con otras proteínas ni con almidones.
  • Todos los alimentos refinados y procesados son considerados tóxicos en algún nivel. Por eso, reducilos y comé una mayor cantidad de alimentos crudos y de buena fuente (en lo posible, orgánicos).

PROGRAMÁ TUS DÍAS RAW

El máximo logro sería que pudieras practicar desintoxicaciones regulares, ayunando o comiendo solo alimentos crudos.
Para lograrlo, empezá haciéndolo solo un día y fijate cómo te sentís. Así, progresivamente, andá sumando días hasta llegar a una semana entera. Cuando lo hayas logrado, proponete una nueva meta: quizá sean un par de semanas o hasta un mes completo.
Yo lo hice y la experiencia fue maravillosa: mi alimentación nunca volvió a ser lo que era. Después de limpiar tu cuerpo, no te dan ganas de volver a ensuciarlo tan fácilmente, y además distinguís más los sabores y percibís los químicos de la comida procesada. ¡Dale, intentalo! .